lunes, 23 de julio de 2018

NO TODO RELUCE BAJO EL SOL (I)

Amanecer en ' Deltebre' (credited to Martin Von Veschler, 2016)

 

(Este artículo fue originalmente publicado en pleno verano de 2018 y actualizado en sept 2020,

By IMBA Prof J. Hugo Von Veschler, Grenn Strategy Sr contributor and reasercher

        Los que es 'bueno' para muchísima gente suele acarrear algún efecto secundario para la Biosfera. Un ejemplo es el turismo en España y en el mar Mediterráneo en general. Se suele contar que, hace no más de 100 años, las ardillas españolas iban desde el pinar de El Grao de Castellón hasta Finisterre en Galicia, sin pisar la tierra. Entonces, el turismo ultra masificado no existía. Ahora mismo, si miramos el mapa físico,

lo 'verde' de España, es una franja al norte,
Mapa de la desertificación de España (oficial)
mientras que hacia el sur, la meseta castellana aparece bajo los efectos de la desertización. Inclusive, nuestro litoral se ve amarillo y polvoriento. La ardilla tendría que empezar su viaje aéreo al norte desde la sierra madrileña, para no pisar la tierra.

        En nuestro litoral mediterráneo el uso y aprovechamiento de su suelo ha estado en constante transformación en estas últimas décadas. Tras haber prosperado durante muchos años como extensos encinares, pinadas, olivares, algarroberas etc., con sus marjales, sotobosque y humedales abundantes, estos han cedido gradualmente en extensión y volumen para convertirse en grandes áreas sobre- explotadas por el urbanismo turístico.
En paralelo, se produjo un cambio climático generalizado que se tradujo en una disminución del régimen de lluvias y la consiguiente desertización del terreno, pasando de lluvioso a seco (comprobar) en general existiendo zonas de extremada gravedad climática. Por ejemplo el desierto de Almería y el de Monegros en Aragón (único desierto de Europa) son la prueba palpable de todo ello. Otros efectos de estos cambios se aprecian en las rutas migratorias de las aves, reducción del numero de plantas de agua dulce, niveles freáticos, y la disminución de los caudales lacustres y fluviales, pese a ser España el segundo país más montañoso de Europa. (Ver mapa litoral de España y sus condiciones de agricultura y ganadería en https://es.slideshare.net/Ferre9/paisajes-agrarios-11944989


LA ENORME RESPONSABILIDAD DE SER UNA primera POTENCIA TURISTICA MUNDIAL
En el año 2017, nuestro sol y casi 8000km de playas atrajeron a España más del doble de su censo poblacional adulto, cuya gran mayoría se instaló en el litoral mediterráneo. Resulta evidente lo que para la riqueza nacional significa llegar a ser la segunda potencia turística mundial, lo que no se consigue sin enormes cambios estructurales y sin renuncias ni alternativas duras . Ni tampoco sin un trabajo denodado de cuidado y control del medio ambiente por parte de las autoridades. Un ejemplo extraordinario de semejante esfuerzo proteccionista es el Parque Nacional Doñana, en la costra andaluza, con algo mas de 52mil hectáreas. Y el Parque del Deltebre, en Tarragona. Así y con todo, la
calidad del suelo, los acuíferos y los ecosistemas litorales han resultado ser los más perjudicados ante el avance imparable del turismo de masas.
Esta estrategia de la industria turística, con enorme atractivo económico, no es el apropiado a medio plazo porque esas fuentes de turismo de agotaran y desapareceran desde el punto de vista de la Biodiversidad y la proteccion del medio ambiente. Aunque se dediquen ingentes recursos a paliar los daños medioambientales inexoralemente asociados con con esta estrategia de turismo. De todos ellos, el déficit hídrico es el más grave.
 Pero por otro lado, hay que señalar los graves problemas que se han originados por la falta de funcionamiento de medidas paliativas al caudal de ríos y lagos: los trasvases inter provinciales de los cuales el más conocido y más perjudicado es el "Trasvase Tajo Segura" (1932) Se puede resumir en palabras del Ministerio de Agricultura en una enumeración de causas: Concentración de la actividad económica en las zonas costeras como resultado del crecimiento urbano, las actividades industriales, el turismo y la agricultura de regadío, lo cual ejerce una intensa presión sobre los recursos naturales del litoral.


LA ENORME FACTURA DEL DAÑO AL ENTORNO
Ya no caben más. Es hora de planificar
 
Ante la falta de agua de lluvia, ¿qué se hace? Sobre explotar los acuíferos, lo que hace sino agravar la situación de escasez. La gran solución para la escasez vino de la mano de las desaladoras que se construyeron en el litoral mediterráneo a toda prisa. La mayor gravedad de la escasez del agua en el litiria ha traido consigo la increíble actitud de egoísmo de la población del litiral norte, lease Ebro cuyas crecidas constantes prefieren que se pierdan en el mar antes que ceder el excedente al levante español, Murcia y Almeria que se ahogan de sed. ¿Cómo se palía la sed? Con botellas de agua de plástico. Cada año la montaña de plástico originada por la extraordinaria sobrepoblación de turistas, crece y crece sin que a nadie le preocupe en lo mas mínimo, salvo en aumentar y aumentar los ingresos de unos pocos comerciantes hosteleros. Unas ideas tan sencillas como el ‘canon verde’ o la reconversión del turismo de masas en turismo de calidad nunca llegará aponerse en práctica. Lo extraordinarios y meritorios esfuerzos de algunas entidades, públicas y privadas por reservar áreas litorales para frenar la biodegradación no ha sido suficiente. Y las grandes cadenas de alimentación internacionales se frotan las manos haciendo acopio de miles de toneladas de plástico que aumentaran salvajemente la problemática local de disponer de los residuos. Asi es que, en definitiva, no todo reluce bajo el sol

La estrategia turística española, basada en la masificación extrema del litoral 

La contrapartida es la destrucción irreparable del entorno por causa de multitudes de turistas que, por definición, son despreocupadas, algo que tiene solución, si se programa cuidadosamente y se le dedican recursos. En cuanto se calcule el coste de la destrucción/alteración del medio natural afectado, se verá que los recursos necesarios para frenar la deforestación y el daño ecológico no van a surgir ni con facilidad ni con gran rapidez. Lo fácil es vallar las playas y cobrar un canon, como se hace en algunos lugares de gran afluencia turística. Lo difícil es planificar, prever y controlar para que haya un equilibrio entre los ingresos por turismo y el coste de la recuperación del entorno. La importante industria turística nunca debería cimentar su crecimiento en la mera masificación de esta,  sin antes contrabalancear cuidadosamente el grave efecto de la contaminación de los mares y los suelos que aquella genera. No hay otra solución que detraer recursos de los cuantiosos ingresos turísticos para reparar los daños producidos. (continuará: COVID produce una devastación el turismo, como industria vital de algunos países)






Protección de los cordones dunares en los accesos a las playas (foto HVV)

Las variaciones climáticas mediterráneas producen trastornos migratorios de las aves (foto MVV)

Turismo playero salvaje en Atenas (internet sourced)



Bibliografía:
https://www.facebook.com/photo.php?fbid=1916186518432327&set=a.520741434643516.1073741825.100001229938166&type=3